Óscar V. Machado / CDMX Magacín
Ya no hay suelo disponible para construir vivienda en la Ciudad de México, por lo tanto, lo más recomendable es reciclar la vivienda existente y aprovechar terrenos industriales y edificios que ya no se usan, plantea Alejandro Suárez Pareyón, Coordinador del Laboratorio de Vivienda de la Facultad de Arquitectura de la UNAM.
“No queda más remedio que reciclar lo que existe, es decir, hacer el aprovechamiento de edificios que ya no están ocupados, edificios industriales o de almacenamiento que ya no se usan, como los que se encuentran en la colonia Industrial Vallejo, en la Alcaldía Gustavo A. Madero, hay muchos edificios que ya no se utilizan, también ocurre lo mismo en la colonia Granjas México, Alcaldía Iztacalco, que son sitios que ya no tienen uso”, detalla en entrevista.
De acuerdo al gobierno de Clara Brugada en su sexenio espera concretar 200 mil acciones de vivienda, punto que el académico universitario señala que lo primero que se tiene que ver es dónde serán los espacios dentro de la capital del país donde se van a realizar estas nuevas acciones.
“Por eso, lo más factible es recuperar las viviendas dañadas o abandonadas que se despliegan por toda la ciudad y ponerlas en oferta de una vivienda asequible, que está al alcance de la economía de las familias con menores recursos”.
Suárez Pareyón advierte que toda acción del gobierno y de la industria inmobiliaria por construir o reciclar vivienda debe contemplar el problema del abastecimiento de agua potable. “Toda la planeación tiene que hacerse en función de la posibilidad de contar con suficientes recursos de agua y eso lo tiene ya identificado el gobierno capitalino y es ahí donde tendrá que ser limitado el nuevo desarrollo o permitirlo en función de esa condición”.
Estudioso del tema vivienda por más de 30 años, el investigador universitario señala que en la década de los 1950, la Ciudad de México contaba con 3.5 millones de habitantes en cerca de 600 mil viviendas, de las cuales 25% eran de propiedad privada y 75% se usaba para alquiler.
“En la actualidad, tenemos 9.2 millones de habitantes, 2.7 millones de viviendas, 55% en propiedad y 45% en alquiler, pero ese alquiler tiene problemas de un ordenamiento que permita acceso a esas viviendas en alquiler en condiciones normales y precio adecuado”.
Suárez Pareyón señala que, por décadas, la vivienda en alquiler se ha marginado de las políticas públicas de la Ciudad de México, por lo que reconoce que el gobierno de Clara Brugada, con el Bando 1, busca que sea una alternativa ante este problema de la gentrificación y el déficit de más de 50 mil viviendas al año.
“Lo que se plantea con el Bando 1 no tiene que ver con congelamiento de alquileres, sino que con una necesaria justicia social de acceso a la vivienda a los sectores con menos recursos o que han sido expulsados hacia la periferia por el alto costo de las rentas… Y si no hay suficiente vivienda, la tiene que plantear el gobierno, como hicieron otras ciudades o países hace mucho tiempo: Amsterdam, Londres, España.
“Nosotros apenas estamos dando los primeros pasos para afrontar la gentrificación, por lo que debemos hacerlo con eficacia tomando esas experiencias”, puntualiza.